domingo, 10 de agosto de 2014
LA PERSPECTIVA PEDAGÓGICA DEL MODELO EDUCATIVO DE LA UNAH
LA PERSPECTIVA PEDAGÓGICA DEL MODELO EDUCATIVO DE LA UNAH
El Plan General para la Reforma Integral de la UNAH, elaborado y aprobado por la Comisión de Transición en cumplimiento de lo establecido en el Artículo 66 numeral 3) de la Ley Orgánica de la UNAH, refleja los ideales políticos que simbolizan los intereses de Honduras como nación; entre esos ideales está el llamado de la sociedad hondureña a la innovación, la creatividad y la respuesta a la demanda de cambio de la UNAH, así como la urgente necesidad de transformación hacia la modernización y democratización de la Universidad; el modelo de Universidad y el Modelo Educativo de la reforma universitaria recogen esos ideales y aspiraciones por una mejor universidad al servicio de la sociedad hondureña y su relación con la sociedad internacional.
Teniendo como referente el Modelo Educativo en mención se presenta en seguida la Perspectiva Pedagógica de una propuesta innovadora, que será el fundamento para la construcción de los diseños curriculares a los que aspira la UNAH, dándole sentido a los procesos formadores y de gestión del conocimiento impulsados desde la misma.
¿Por qué hablar de una Perspectiva Pedagógica innovadora? Porque se inspira en la Teoría de la Innovación, propia del campo educativo, esta puede apreciarse como un proceso creativo, por el cual algo que existe aunque no se conozca, pasa a ser parte del estado cognitivo de una persona, también puede verse como una idea, una práctica o un objeto material que ha sido inventado o contemplado como algo nuevo, independientemente de que se adopte o no.
Es la percepción de lo novedoso lo que determinará la reacción de los individuos a los nuevos conceptos e ideas, nuevas herramientas, nueva tecnología, nuevas habilidades, nuevas formas de hacer las cosas, nuevas formas de actuar o de vivir. La UNAH propone una nueva perspectiva pedagógica de su quehacer académico pretendiendo que estas ideas sean asimiladas por todos los actores universitarios y que impulsen los procesos de cambio que lleven a nuestra Alma Mater a lograr su visión al año 2015 y al año 2025.
4 Zaltman, Duncan y Holbeck 1973. Citados por J. Félix A. Universidad de Málaga
Se busca impulsar los procesos de cambio, porque es fundamental que el “status quo” sea modificado, se requiere de cambios en el funcionamiento de ese complejo subsistema social constituido por la UNAH; un cambio siempre lleva a la transformación, tanto en las personas como individuos, así como en el ambiente, grupo, institución, aula u otro contexto en el que se da la innovación, la cual no se produce en un vacío de significados, sino que se desarrollan en “culturas escolares concretas”5 como el espacio universitario, donde se deben construir nuevos significados contextuales y también de los sujetos, a partir de conversatorios u otras estrategias que permitan identificar esos significados; no se pueden imponer nuevas ideas y creencias, porque entonces puede degenerar en una “innovación sin cambio” o “una innovación sin identidad”
Todo cambio educativo es multidimensional, y se hace evidente en las nuevas teorías pedagógicas, los nuevos enfoques didácticos y los nuevos materiales; también en la estructura o nuevas vías de organizar las unidades académicas (tiempos, espacios, roles…), en el planteamiento de nuevos contenidos de aprendizaje y su articulación con los diferentes elementos del currículo, así como en las nuevas formas de evaluar las experiencias de enseñanza- aprendizaje, las innovaciones y el impacto que se va logrando.
La Perspectiva Pedagógica del Modelo Educativo de la UNAH se construyó tomando como base la Teoría constructivista, la Teoría crítica y la Teoría humanista.
Es constructivista porque está fundamentada en teorías cognitivas del aprendizaje, principalmente enfocadas a la resolución de problemas de la realidad, y que partiendo del nivel de desarrollo de los estudiantes, pretende asegurar la construcción de aprendizajes científicos, colaborativos, significativos y desarrolladores; posibilitando que los estudiantes realicen estos aprendizajes por sí mismos, que modifiquen sus esquemas de conocimiento, establezcan ricas relaciones entre el nuevo conocimiento y sus esquemas de conocimiento ya existentes. Fullan y Hargreaves 1992)* citados por J. Félix A. Universidad de Málaga
Rudduck,1986
Da principal importancia a los procesos cognoscitivos que hacen posible el aprendizaje por parte de los estudiantes; el profesor orienta su esfuerzo en la promoción y desarrollo de procesos intelectuales en sus alumnos para hacerlos pensar, reflexionar, investigar, estudiar y comprender. De allí que con esta teoría se considera la discusión sobre los saberes y la necesidad de generar didácticas particulares que faciliten la enseñanza y el aprendizaje de las diversas disciplinas científicas. Los teóricos constructivistas sostienen que el ser humano en comunidad construye sus saberes o sus estructuras conceptuales y metodológicas en relación con su cultura, como elementos básicos para regular sus relaciones consigo mismo, con la sociedad y con la naturaleza.
Es crítico - reflexiva
porque implica un compromiso directo y explícito de los sujetos por transformar las actuales relaciones sociales. La teoría crítica reflexiva permite aprehender la relación dialéctica inherente e interdependiente de un pensamiento político - filosófico capaz de generar conciencia social, transformadora y emancipadora en el contexto de la racionalidad, la justicia, la democracia y la libertad. Aplica la investigación-acción, los puntos guía para el estudio y la acción son los valores, creencias e intereses humanos
La teoría crítica aplicada en el campo educativo, privilegia el análisis de las relaciones entre los sujetos del proceso educativo, (docente-estudiante, estudiante-estudiante), busca coherencia entre la sociedad y el quehacer educativo cotidiano, hace énfasis en utilizar el conocimiento para transformar el entorno personal, familiar y comunitario; se centra en la persona atendiendo sus necesidades e intereses e incorporando una cultura de valores y principios; los profesores y alumnos participan en desarrollar el aprender a aprender, en seleccionar y priorizar los contenidos, en definir las habilidades, destrezas y valores necesarios para la permanencia y continuidad del aprendizaje a través del tiempo y del espacio; es flexible porque permite el ajuste permanente frente a los cambios contextuales; es viable porque toma en cuenta fortalezas y debilidades, y es abierto a las diferentes posiciones ideológicas.
Es humanista
porque propone que el proceso educativo se centre en las personas y toma en cuenta la conciencia, la ética, la individualidad, la ciudadanía y los valores espirituales; tiene una visión del hombre como un ser creativo, libre y consciente proponiendo que el sentido de nuestra vida sea la búsqueda de la autorrealización, y esta meta significa que el hondureño debe asumir el compromiso de construir su propio modo de vivir, no importando los obstáculos a los que deba enfrentarse, siempre que conserve su libertad de elección.
En esta perspectiva el modelo educativo de la reforma universitaria orienta al desarrollo integral del profesional egresado de la UNAH, buscando el logro de las siguientes competencias:
1. Capacidad de aprender de manera permanente y autónoma.
2. Capacidad de análisis y síntesis
3. Capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica y de generar conocimiento a partir de reflexionar sobre la práctica.
4. Capacidad para adaptarse a nuevas situaciones.
5. Trabajo con ética, calidad y pertinencia.
6. Habilidad de gestión del conocimiento, la información y las tecnologías para contribuir a la solución de problemas y atención de necesidades de diferentes niveles de complejidad.
7. Trabajo en colectivo
8. Capacidad para organizar y planificar
9. Resolución de problemas complejos y manejo de conflictos.
6. El PROYECTO CURRICULAR Y SUS CARACTERÍSTICAS
6.1 Conceptualización
El currículo
se basa en la perspectiva pedagógica, en las expectativas y visión de país; en los contenidos científicos y técnicos que se recogen, se dosifican, ordenan y clasifican para hacerlos accesibles a los estudiantes y convertirlos en elementos de aprendizaje e internalización.
Para conceptualizar el término currículo se revisaron múltiples conceptos y la evolución que este término ha presentado a lo largo de la historia; coincidimos con lo planteado por G. Grajeda, al definir currículo como un “conjunto de experiencias de aprendizajes sistemáticos y lógicamente planificados, que responden a necesidades educativas específicas, enmarcadas en un modelo educativo centrado en procesos, para el logro de un perfil profesional dado en base a las necesidades educativas, la problemática y demandas sociales”
Se ha definido de manera participativa en el proceso de reforma universitaria, que el currículo está formado por la filosofía educativa y por una postura crítica sobre el desarrollo nacional; por los planes de estudio, los programas de asignatura y actividades; la metodología, los recursos educativos empleados y el ambiente académico; y que además integran el currículo los docentes debidamente formados y comprometidos con los fines institucionales, el sistema de valoración del auto-desarrollo y del aprendizaje de los/las educandos/as y, de la gestión curricular.
El currículo tiene características que le dan su esencia, entre ellas están las siguientes: apertura, flexibilidad, construcción participativa, adecuado a la situación particular, atiende a los intereses y especificidades de los sujetos del proceso educativo; y tiene un referente axiológico que orienta la selección de contenidos, mantiene la coherencia entre éstos y los valores a vivenciarse en el colectivo educativo.
La característica de apertura se refiere a permitir la incorporación de nuevos temas de reflexión, nuevos problemas, nuevos contenidos, nuevos enfoques, nuevas tendencias; la flexibilidad se refiere tanto a su estructura como a su organización; es participativo porque parte de una propuesta inicial que es desarrollada y enriquecida con los aportes de otros actores relacionados directamente con el proceso formativo (estudiantes, otros docentes) o indirectamente vinculados a lo laboral, a la regulación de la práctica profesional, a la utilización de los servicios ofrecidos; la adaptabilidad referida a atender las necesidades y los intereses de los sujetos del proceso así como de la sociedad.
EI currículo es expresión de un proyecto humano, en la medida que posibilita a los sujetos educativos abrirse al encuentro de nuevos horizontes donde puedan reafirmarse como personas y a la vez participar en la formación de un sentir propio de un grupo social, en coherencia con los postulados del
Grajeda Geraldina, El ciclo docente y la Mediación Pedagógica, 1995 proyecto histórico cultural del país, que se apoya fundamentalmente en los criterios de la democracia participativa, en la búsqueda de un desarrollo humano sostenible y en la responsabilidad solidaria, con la convicción de que el aprendizaje se redimensiona cuando se comparten experiencias y se construye saber en colectivo; es convertir la educación en posibilidad real de vida y desarrollo, y en ese sentido, se considera que el currículo contribuye al desarrollo humano cuando:
Describe la concreción de funciones sociales y culturales de la educación rescatando las experiencias y el talento humano, convirtiéndolos en competencias que le permiten al individuo ser gestor, mejorando la calidad de su propia vida y contribuyendo al desarrollo social. EI Currículo así concebido le otorga un valor supremo a la vida y en este sentido reconoce y promueve la dignidad humana fortaleciendo los ideales de trascendencia personal y de realización social. EI currículo se propone que el ser humano ejerza en plenitud la libertad de ser, crecer y hacer, sin otra limitación que la impuesta por el bien común.
Es construido y vivido en la misma dirección de la cultura, de la diversidad de las expresiones y necesidades de los colectivos humanos, cuando contribuye a eliminar el marginamiento al que son sometidas las personas discapacitadas, los grupos indígenas y otros grupos sociales; porque desde la pertinencia, la flexibilidad y la apertura permite una mayor equidad en el acceso a la educación para que los colectivos humanos tracen rumbos, dejen huellas, se conviertan en seres creativos y configuren la diversidad de cultura.
6.2 Ejes Curriculares Integradores
Un eje es una línea recta que atravesando un cuerpo giratorio, le sirve de sostén en el movimiento, es articulador y en esa medida imprescindible; también es una línea imaginaria alrededor de la cual se mueve un cuerpo, es el fundamento de un modelo, de un escrito.
Quesada Solano y otros, en su libro el Diseño Curricular en los planes de estudios (2001), plantean que los “ejes curriculares, son actividades formativas provenientes de las demandas del contexto, que se entrecruzan con las áreas disciplinarias”, es así que el currículo se sostiene y articula en torno a ejes fundamentales, que cruzan todo el proceso educativo y se van ajustando a los niveles de desarrollo y maduración del educando.
Las líneas atraviesan transversalmente todo el currículo, siendo la transversalidad un elemento inherente al mismo puesto que todas sus partes o aspectos que son afectados por ella, en consecuencia, todos los estamentos de la comunidad educativa deben ser agentes activos en el proceso de incorporación de las líneas transversales partiendo del trabajo de las/los docentes de los cuales se requiere que promuevan procesos de monitoreo y evaluación del desarrollo curricular, cuyos resultados deben comunicarse para contribuir a los procesos innovadores curriculares.
Los ejes curriculares constituyen los lineamientos que determinan la intencionalidad y direccionalidad del proceso educativo, en este sentido, todos los aspectos que conforman el currículo deben responder a estos lineamientos, por consiguiente los ejes curriculares no deben verse como enfoques aislados, desconectados unos de otros sino interconectados entre sí a través de procesos reflexivos y prácticos que permitan una visión más integral de la realidad social de la que la misma universidad forma parte; la realidad debe ser el punto de partida de la reflexión que permita a los actores involucrados una mayor sensibilidad hacia los problemas sociales tomando contacto con ellos en la propia realidad, haciéndolo progresivamente a lo largo de su proceso formativo.
Las líneas transversales o ejes deben contemplar aspectos socioculturales relevantes que engarzados con los ejes educativos propios de cada disciplina busquen generar una formación integradora que permita a las/los estudiantes crecer en todos los aspectos relativos a su emancipación personal y social, a ser personas críticas, independientes, solidarias, abiertas al descubrimiento y al desarrollo de otros aspectos que contribuyan a convertirlos en seres humanos conscientes de sí mismos y conscientes de la situación social de su país y de sus comunidades, para que, desde esa posición de conciencia alerta, solidaria, crítica y responsable, comiencen a asumir retos de su propia vida, de su participación y de sus acciones sobre el entorno, enlazándolo todo con sus propias necesidades, creencias, sentimientos y pensamientos.
Principios Básicos que sustentan el Modelo Educativo
4.3. Principios básicos que sustentan el Modelo Educativo de la UNAH
Los principios básicos que sustentan al Modelo Educativo de la UNAH son coincidentes con los planteados sobre la Educación Superior en la Conferencia Mundial de la UNESCO realizada en 1998.
Calidad
La búsqueda de la calidad tiene muchas facetas y va más allá de una interpretación estrecha del rol académico de los diferentes programas de desarrollo institucional, implica además, la atención a las situaciones que se relacionan con las/ los estudiantes y los/las docentes, la infraestructura, así como del entorno académico. Estos aspectos relacionados con la calidad, unidos a un interés adecuado por un gobierno universitario transparente y democrático y por una administración eficiente, transparente y moderna, juegan un papel importante en la manera en que funciona la Institución, en la forma que es evaluada y en la imagen institucional que proyecta hacia la comunidad académica y a la sociedad en general, ya que esta exige a la universidad producir y divulgar conocimiento científico socialmente válido, capaz de generar soluciones creativas en las múltiples áreas del quehacer social.
La calidad es valorada como un concepto multidimensional, que depende en gran medida del marco conceptual, de la misión institucional, de las leyes, reglamentos y normas que la regulan; la calidad abarca todas las funciones y actividades principales de la institución, lo que significa calidad de la gestión, del desarrollo curricular, de los sujetos del proceso educativo, de los programas, de los aprendizajes, de la investigación, de la vinculación universidad-sociedad y del entorno académico.
Pertinencia
Entendida como un concepto multidimensional y sistémico, porque la educación superior debe mantener coherencia con las demás instancias y subsistemas de la educación en el país y, con las expectativas y demandas de la población; además debe existir coherencia entre los fines, los medios y los recursos de la educación superior con las necesidades sociales auténticas, lo que requiere de interacción constante entre la problemática a enfrentar y las actividades universitarias principales: formación, investigación y vinculación con la sociedad.
También debe entenderse como el grado de utilidad, de oportunidad y de eficacia medido en base a los resultados y al impacto del modelo en la sociedad local y nacional, así como a través del desempeño de las y los estudiantes y egresados en la solución de problemas cotidianos en espacios concretos. El criterio de pertinencia busca colocar la educación superior de Honduras en una posición que responda a las necesidades presentes y futuras del desarrollo humano sostenible del país, de la región centroamericana y del mundo.
Equidad
La equidad es entendida como justicia distributiva del bien social que es la educación superior, en este caso referida a la igualdad de oportunidades en y para la educación universitaria con calidad y pertinencia, así como la oportunidad de acceder a la información, al conocimiento científico, al arte y la
cultura.
La educación debe facilitar el desarrollo de competencias y habilidades que permitan a los individuos de cualquier estrato socioeconómico, el desarrollo de su condición humana y su desempeño exitoso en la sociedad; éstos deben tener la libertad de acceder, de elegir de acuerdo a sus intereses y sus preferencias puesto que, la educación es un derecho humano inalienable, fundamental que se liga directamente con la equidad y de la cual no puede separarse.
Interdisciplinaridad
La realidad es compleja y requiere de la interacción e integración de diversas disciplinas desde el aspecto conceptual, metodológico, contextual e histórico. Cada disciplina está caracterizada por el objeto de estudio (el qué), sus intenciones (el para qué) y tiene sus propios procedimientos (el cómo).
El concepto de interdisciplinaridad forma parte indisoluble de los medios y los fines de una auténtica educación global. Varios autores distinguen diversos niveles de interdisciplinariedad, según el grado de interacción alcanzado entre las disciplinas. En el proceso de la interdisciplinaridad el primer nivel es la multidisciplinaridad, ocurre cuando en el abordaje de una actividad social, económica, productiva, educativa, se requiere de la interacción de una, dos o más ciencias o campos del conocimiento, sin que las disciplinas contribuyentes sean cambiadas o enriquecidas; comparten el objeto de estudio y difieren en intenciones y procedimientos.
El segundo nivel, la interdisciplinaridad es en el que la cooperación entre varias disciplinas o campos heterogéneos de una misma ciencia llevan a interacciones reales, o sea la yuxtaposición de disciplinas que se suponen más o menos relacionadas, estas comparten el objeto de estudio y las intenciones y difieren en los procedimientos.
La etapa superior, la transdisciplinaridad, se entiende como el establecimiento de un axioma común para un conjunto de disciplinas, estas comparten el objeto de estudio, las intenciones y los procedimientos haciéndolos propios a través de la innovación. Se concibe la transdisciplinaridad como: « aquello que está a la vez entre las disciplinas, a través de las diferentes disciplinas y más allá de toda disciplina. La finalidad es la comprensión del mundo presente, uno de cuyos imperativos es la unidad del conocimiento ». (Educación y Transdisciplinaridad); ontológicamente se trata de trascender las disciplinas, de apoyarse en varias de ellas para poder centrarse y entender la realidad del fenómeno observado.
La UNAH trabaja una gran variedad de saberes y áreas del conocimiento, convirtiéndose en un espacio privilegiado para el estudio multidisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar, por lo que su modelo educativo debe considerar los aspectos anteriormente expresados, buscando, creando y facilitando estrategias que permitan la articulación de actividades de diferentes disciplinas, haciendo posibles los procesos de investigación que garanticen la relación entre la teoría y práctica, así como actividades de participación comunitaria. Gradualmente, se irán debilitando las barreras entre una disciplina y otra, y también se irá superando la cultura de “asignaturas aisladas”, para ir avanzando hacia la percepción de conjuntos, de aprehender sus relaciones, el intercambio de experiencias, el uso racional de los recursos existentes.
Internacionalización.
Entendida como la articulación de la educación superior con aquellos procesos que a nivel internacional están orientados al desarrollo humano sostenible y, al logro de condiciones de vida dignas y justas. Esta articulación no debe ser de subordinación sino democrática, equitativa y sinérgica. Tanto el contexto interno como el externo a la Universidad deben percibirse con una visión global e integradora (sistemática) de todos los procesos y elementos en que se desarrolla el proceso educativo; deben crearse en la UNAH espacios y momentos de reflexión colectiva sobre lo que está sucediendo en los diferentes escenarios educativos y en los otros ámbitos de la vida nacional e internacional: económico, político, cultural, tecnológico, investigativo etc., para poder comprender los cambios que la UNAH debe promover y analizar críticamente.
En el marco de lo expuesto, la formación de profesionales de la UNAH debe orientarse a una reflexión crítica, profunda, de alto valor científico, técnico y moral, debiendo plantear procesos de intercambio de docentes, estudiantes y profesionales, y de conocimientos científicos, así como oportunidades de actualización para que los/las egresados/as de la UNAH sean capaces de actuar como profesionales de transformación social y enfrentar con éxito los requerimientos del desarrollo nacional, regional y mundial, así como afrontar los desafíos de la internacionalización y la globalización.
Modelo Educativo de la UNAH-VS
Ante ello la Comisión de Transición en el Plan General para la Reforma Integral de la Universidad 2005 expresa que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, es por definición: universal, nacional, autónoma y de Honduras.
Es UNIVERSAL porque abarca todas las áreas del saber, donde tienen cabida los adelantos de la ciencia y la técnica en sus variados campos y con amplio espacio para el desarrollo de todas las manifestaciones de la cultura. Su ámbito, en consecuencia, es universal, no solamente por las disciplinas que en ella se atienden, sino porque su efecto es compatible en todos los espacios de la Tierra, incide en todas las sociedades y es trascendente en el tiempo.
Es NACIONAL porque le pertenece a la nación, es inherente a ella y forma parte del Estado en el campo de la organización, dirección y coordinación de la educación superior que le es conferida constitucionalmente. Su extensión nacional es territorial y social. Está presente en todos los confines de la geografía nacional, atiende a la sociedad en la prevención de problemas y en la búsqueda de sus soluciones. La UNAH se ha convertido por tradición y efectividad en figura emblemática de la educación superior hondureña. Es un vehículo idóneo para la formación de ciudadanos críticos, altamente representativos de la identidad nacional y de su cultura.
Es AUTÓNOMA y su autonomía implica libertad para actuar sin imposiciones o prejuicios de ideas, siendo esta una característica necesaria para la UNAH y para cualquier Universidad, en tanto permite ejercer las libertades de cátedra, para construir conocimiento que haya sido generado científicamente y que goce de aceptación universal; para la investigación, en búsqueda de nuevas verdades científicas o de dimensiones inherentes a las tradiciones universitarias, así como definir sus propios planes curriculares, otorgar títulos y grados académicos con libertad e independencia, emitir sus leyes, designar sus autoridades y definir los criterios de ingresos, permanencia y promoción de estudiantes y docentes. Significa también la potestad de administrar libremente su patrimonio y sus recursos, elaborar y ejecutar sus presupuestos, contar con
su propia auditoria rindiendo cuentas a la sociedad hondureña. Se fundamenta en el concepto de autonomía responsable para cumplir con su misión institucional.
Es de HONDURAS porque crea, enseña e investiga para Honduras, pero también para que a través de la ciencia y la cultura que produzca, Honduras participe de la cultura universal y se universalice, sin dejar de tomar en cuenta la dimensión regional centroamericana a la que Honduras pertenece.
3.2 Visión de país, misión y visión de la UNAH.
La Comisión de Transición Universitaria, así como la comunidad universitaria en general, plantean que la educación superior debe sustentarse en principios y valores éticos, debe ganar una posición estratégica en los procesos de desarrollo del país, considerando la innovación, los cambios, la pertinencia, la calidad y la internacionalización, por lo que propone a la sociedad y al gobierno de Honduras, una visión de país y de la institución a largo plazo, y una definición clara de los principios que orientan el quehacer de la institución y de sus miembros.
La visión de país, desde la perspectiva de la UNAH es de: “Una nación moderna y una sociedad con identidad nacional integrada, con una organización social participativa e incluyente. Una sociedad y una economía equitativa, integrada en lo interno y vinculada externamente de forma cooperativa con la economía mundial y las sociedades globales”.
También la Misión de la UNAH fundamenta el modelo educativo de la reforma universitaria: “Somos una Universidad Estatal y Autónoma; responsable constitucionalmente de organizar, dirigir y desarrollar el tercer y cuarto nivel del sistema educativo nacional. Nuestro ámbito de producción y acción científica es universal. Nuestro compromiso es contribuir a través de la formación de profesionales, la investigación y la vinculación Universidad-Sociedad al desarrollo humano sostenible del país y por medio de la ciencia y la cultura que generamos, y a que toda Honduras participe de la universalidad y a que se desarrolle en condiciones de equidad y humanismo. Atendiendo la pertinencia académica para las diversas necesidades regionales y en el ámbito nacional.”
La visión de la UNAH al año 2015, construida por la comunidad universitaria, a través de una consulta realizada entre el año 2003 y 2004 expresa: “Ser la Institución líder de la educación superior nacional e internacional; protagonista en la transformación de la sociedad hondureña hacia el desarrollo humano sostenible. Una institución con recursos humanos del más alto nivel académico, científico y ético; con un gobierno democrático, organizada en redes y descentralizada. Una institución transparente en la rendición de cuentas, con una gestión académica y administrativa financiera participativa, estratégica, orientada hacia la calidad y la pertinencia”.
De igual manera se construyó la Visión de la UNAH al 2025 en la cual se expresan las características y principios de un modelo educativo compatible con la filosofía de la sustentabilidad, centrada en crear un contexto donde los estudiantes puedan reflexionar, dialogar y aprender las habilidades necesarias para que conscientemente generen la visión de futuro que ellos quieren y logren que esa visión se haga realidad.
La necesidad de renovar los enfoques y métodos pedagógicos que la Universidad utiliza en el marco de un nuevo modelo educativo, privilegia el análisis de las relaciones entre los sujetos del proceso educativo, y de estos con la sociedad, de las mediaciones y articulaciones necesarias para promover un aprendizaje permanente y universal, y del desarrollo de capacidades y disposición para que los egresados se esfuercen en continuar su educación en forma permanente e integral en su respectivo campo profesional y desde un enfoque interdisciplinario.
4. EL MODELO EDUCATIVO DE LA UNAH
4.1. Concepto de Modelo Educativo
Los modelos en general, son construcciones abstractas que permiten ir puntualizando los rasgos esenciales de una determinada cuestión, en este caso de la educación. En relación con los modelos educativos existe una diversidad de definiciones, algunas amplias y otras más puntuales. Para algunos, el modelo educativo es la forma totalizadora en que una comunidad educativa histórica y culturalmente situada, siente, piensa, organiza su quehacer haciendo realidad el hecho educativo como tal; así, un modelo educativo es un instrumento de trabajo, que permite una visión sistémica y coherente de los procesos educativos que surgen en la comunidad.
Teóricamente, el modelo es ideal y abstracto, es coherente internamente en sus planteamientos y conceptos, pero cuando es llevado a la práctica no podrá ser reproducido de manera fiel ya que la realidad es contradictoria y compleja; los modelos nos permiten mirar hacia la práctica y ver aun la continuidad de este, pero por sobre todo, permiten adoptar una posición, tener una opción frente a los diferentes paradigmas en forma clara; permite también orientar la práctica, entender la acción, y reorientarla en una dinámica permanente de teoría-práctica-teoría. Como lo señalan algunos autores el conocimiento de los modelos educativos permite a los docentes tener un panorama de cómo se elaboran los programas, de cómo operan y cuáles son los elementos que desempeñan un papel determinante en un programa o en la práctica didáctica para obtener buenos resultados en el proceso educativo a nivel teórico y práctico.
Por ser la realidad bastante compleja no se pueden aplicar modelos puros ya que existen concreciones históricas, culturales y sociales diversas. Sin embargo, todo modelo para ser adoptado debe consensuarse, como se ha hecho con este documento, desde la producción del documento base sobre el modelo, hasta la presente versión.
4. 2 Fundamentos del Modelo Educativo de la UNAH
Elementos Conceptuales Básicos
Para responder a los cambios de la sociedad actual, a la gestión del conocimiento3 y a los cambios en el medio ambiente, la UNAH plantea un
2 Proyecto UNICAMBIO XXI, Universidad Don Bosco, El Salvador, 2006.
3 La gestión del conocimiento aborda y examina los problemas de la inserción social del conocimiento y también comprende la implementación de nuevos procesos en la generación y transformación del conocimiento en prácticas profesionales y sociales, y la transferencia de tecnología social a las propias universidades, a las instituciones y a la población (IESALC/UNESCO).
Modelo Educativo innovador que le permita transitar en el camino de sus aspiraciones hacia el año 2015 y al año 2025.
Este tipo de modelo busca construir una Universidad diferente que sea capaz de responder a las exigencias de innovación, creatividad y cambio; su centro de atención son las y los estudiantes, y los docentes se convierten en mediadores pedagógicos. Se hace énfasis en aprender a aprender, aprender a enseñar, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a comunicarse y convivir; demanda que el proceso curricular sea esencialmente investigativo, lo que requiere entre otras cosas, cultivar en los sujetos del proceso educativo la capacidad de asombro y de curiosidad para orientar la búsqueda del conocimiento a través de la investigación.
Otras características de los modelos innovadores incluyen: el desarrollo de la capacidad de análisis, la reflexión y la confrontación como parte de la responsabilidad social y política a través de procesos evaluativos permanentes; la integración del sector educativo a los sectores de la vida de un país (político, económico, industrial, comercial, cultural, productivo…) garantizando un diálogo permanente a fin de determinar las necesidades reales de la sociedad nacional y los compromisos concretos que se asumen para su solución. La integración también puede verse desde la academia y las disciplinas hacia la cotidianidad en los espacios primarios de socialización: la familia, el hogar, el barrio, el campo deportivo, la organización comunal, el campo laboral y otros. Igualmente debe considerarse la integración entre la educación, la ciencia, la cultura y la tecnología; entre las disciplinas; entre diferentes niveles educativos y sus modalidades.
En este tipo de modelos innovadores también se valoran los conocimientos, los procedimientos, valores, actitudes, habilidades y destrezas necesarias para la permanencia y continuidad del aprendizaje a través del tiempo y del espacio; los planes y programas de estudio son flexibles y sufren constantemente de cambios e innovaciones según cambia el contexto económico, social, político y cultural en que se desarrollan. La pertenencia social y la pertinencia académica de los aprendizajes y de toda acción educativa ocupa un lugar central en estos modelos, tanto para satisfacer las necesidades de aprendizaje de los estudiantes como las demandas de la sociedad.
El Modelo Educativo de la UNAH considerando la dinámica del entorno, caracterizada por la movilización (obsolescencia y creación) del conocimiento, el cambio permanente que ocurre en el desarrollo de la sociedad y la internacionalización de la educación superior, postula:
Integrar al ser y al quehacer de la Universidad la función de la gestión del conocimiento, orientada principalmente a contribuir para superar los principales problemas que enfrenta el país y la región centroamericana.
Formar personas capacitadas profesionalmente, flexibles para enfrentar los cambios, dotadas de capacidad analítica, interpretativas, propositivas y creativas, con principios, valores y juicio crítico para enfrentar las demandas de una sociedad compleja y cambiante.
Alcanzar flexibilidad, eficiencia, eficacia del quehacer universitario para elevar la calidad y el impacto del proceso educativo; la capacidad para el trabajo en colectivo e interdisciplinario, que permita al futuro profesional insertarse en la sociedad con una fortaleza cultural, y que en forma autónoma avance a un completo desarrollo personal y colectivo como ser humano.
Incorporar en las y los profesionales egresados de la UNAH los valores de la solidaridad, responsabilidad social y liderazgo, con el fin de que puedan constituirse en agentes de desarrollo en las comunidades donde les corresponda actuar; además, incentivar una visión del país articulando los procesos académicos internos con una fuerte vinculación con el medio.
Considerar necesariamente las características especiales del estudiantado que acoge; es así como la UNAH intenta formar profesionales integrales que incorporen: conocimientos, procedimientos, hábitos, usos y costumbres, competencias, valores y habilidades personales; además de buscar superar los déficit de la formación con la que llegan a la universidad, privilegiando el trabajo coordinado y complementario con la educación media.
Modelo Educativo de la UNAH-VS
1. INTRODUCCION
La Reforma Académica es una de las dimensiones centrales del proceso de transformación de la UNAH, ya que determina la pertinencia y calidad de los/las egresados/as y de los conocimientos que en ella se generan, se gestionan y divulgan para que contribuyan a la superación de los principales problemas nacionales y, a enfrentar los desafíos que tenemos como país, para avanzar en un proceso de desarrollo humano sostenible que nos permita alcanzar como colectividad, un nivel de dignidad y de calidad de vida acorde con nuestras aspiraciones, capacidades y potencialidades.
En el proceso de reforma que lleva a cabo la UNAH es fundamental dar respuesta a interrogantes como las siguientes:
¿qué país queremos construir?
¿qué sociedad deseamos alcanzar?
¿qué modelo educativo aspiramos desarrollar?
¿qué investigación debemos hacer?
¿qué conocimiento científico deseamos generar y para qué?
¿qué identidad cultural aspiramos consolidar o recuperar?
¿qué problemas y por qué metas trabajar?
¿qué docentes y qué estudiantes se requieren para desarrollar este modelo?
¿qué profesionales busca desarrollar la UNAH?
¿qué tipo de ciudadana o ciudadano requiere la sociedad hondureña?.
Las construcciones respecto a dichas cuestiones son a la vez elementos constitutivos del nuevo Modelo Educativo de la UNAH, entendido éste como un
Un proyecto académico y educativo integrado e integral que promueva el desarrollo de la ciencia, la cultura y la tecnología para el bien común; que incorpore en los sujetos del proceso educativo valores, principios, conocimientos y prácticas científicas y sociales pertinentes; que integre las diferentes disciplinas del conocimiento y que potencie la capacidad de crear, analizar, discutir y criticar científicamente; en la perspectiva de contribuir a generar respuestas a los principales problemas de país y de la región centroamericana.
consolidado de ideas que definen el sentido, contenido y la forma del proceso de educación superior en la UNAH.
El modelo educativo de la UNAH comprende principalmente, una renovación de los paradigmas sobre la ciencia y la técnica, la educación, la gestión del conocimiento y el aprendizaje sobre los sujetos que las generan y las gestionan; es una “puesta al día” de los enfoques y métodos pedagógicos de la Universidad, de las relaciones entre los sujetos del proceso educativo entre sí y entre éstos con la sociedad; el modelo educativo orienta para qué y cómo innovar las mediaciones y articulaciones necesarias para un aprendizaje permanente y universal y, cómo gestionar un desarrollo curricular pertinente a las necesidades de la sociedad hondureña y a los desafíos de una Universidad y de una sociedad del Siglo XXI, caracterizada por su complejidad y su interdependencia.
Este documento recoge los lineamientos que proporcionarán a las diferentes Unidades Académicas (Facultades, Centros Universitarios y Centros Universitarios Regionales, Escuelas y Departamentos) los elementos fundamentales del MODELO EDUCATIVO Y DEL DESARROLLO
CURRICULAR DE LA UNAH, los que guiarán la reorganización e innovación de la docencia universitaria, el desempeño académico de docentes y estudiantes, la labor educativa cotidiana orientada a contribuir desde la UNAH a la transformación de la sociedad.
Es producto de un trabajo colectivo, enriquecido por aportes teóricos y experienciales generados en nuestra propia universidad y en el país, y por aportes teóricos de diferentes autores, debates y reflexiones sostenidas con personas y grupos académicos de América Latina. En un primer momento, con la participación de un grupo multidisciplinario, que contó con una asesoría facilitada por la OPS/OMS, se plantearon las cuestiones básicas sobre el Modelo Educativo, trabajo que fue sistematizado por el equipo de la Unidad Técnica de Apoyo a la Reforma (UTAR), con la colaboración del personal del Instituto de Profesionalización y Superación Docente.
En un segundo momento, se llevó a cabo la socialización y enriquecimiento del documento base, iniciando dicho proceso en el tercer encuentro del Seminario Permanente de Socialización y Construcción de la
Reforma Universitaria, espacio creado por la Comisión de Transición Universitaria y que durante 16 meses convocó para la reflexión y la construcción colectiva a autoridades y representantes de las diferentes Unidades Académicas de la UNAH, siendo el Modelo Educativo tema de dos encuentros más del Seminario Permanente. Estos encuentros dieron paso al tercer momento en el cual se organizó un Grupo Técnico Ad-hoc de Desarrollo Curricular cuyo papel fue sistematizar todos los aportes generados en los momentos previos, ampliar y profundizar los conceptos y componentes del Modelo Educativo y elaborar la propuesta de operacionalización del mismo.
El proceso desarrollado hace del Modelo Educativo de la Reforma UNAH una construcción colectiva, con solidez académica, alta pertinencia y calidad, con raíces profundas en la compleja naturaleza institucional y en la búsqueda de las mejores respuestas académicas a los desafíos que el país y la región le presentan a la UNAH.
2. MARCO LEGAL
El Modelo Educativo de la UNAH se fundamenta en las leyes siguientes:
− La Constitución de la República
− La Ley Orgánica de la UNAH y sus Reglamentos
− La ley de Educación Superior y su Reglamento
− Las Normas Académicas del Nivel de Educación Superior.
Los principios, fines, objetivos y conceptos que desarrollan estas leyes orientan las líneas de trabajo académico, el fundamento del modelo educativo y de las políticas académicas de la UNAH, que se operativizan a través del DESARROLLO CURRICULAR, el cual es un proceso de construcción dinámico y permanente, en el que se conjugan diversas relaciones entre actores universitarios, metodologías, estrategias, recursos, medios y contenidos disciplinarios orientados a la promoción de aprendizajes y la formación de profesionales capaces de contribuir a transformar la realidad social hondureña, a través de sus aportes a la superación de los problemas prioritarios que el país enfrenta en la actualidad y que enfrentará a futuro.
La Constitución de la República.
El artículo 160 de la Constitución de la República, responsabiliza a la UNAH del desarrollo de la Educación Superior en Honduras, expresando que: “La Universidad Nacional Autónoma de Honduras es una institución autónoma del Estado, con personería Jurídica, goza de la exclusividad de organizar, dirigir y desarrollar la educación superior y profesional. Contribuirá a la investigación científica, humanística y tecnológica, a la difusión general de la cultura y al estudio de los problemas nacionales. Deberá programar su participación en la transformación de la sociedad hondureña”.
Esta responsabilidad de dirigir la Educación Superior y de desarrollarse a sí misma, para consolidar la gestión del conocimiento científico contemporáneo y la formación de profesionales que participen en la transformación de la sociedad, podrá ser ejercida únicamente a través de la construcción del proceso académico y del apoyo administrativo planteados en el nuevo Modelo Educativo y en el desarrollo curricular.
La Ley Orgánica de la UNAH
El artículo 2 de esta Ley se refiere a la autonomía y como ésta se ejerce a través del pluralismo ideológico, libertad de cátedra, de estudio, de investigación y de la vinculación de la universidad con la sociedad.
El articulo 3 expresa como objetivos de la UNAH: “Fomentar y promover el desarrollo de la educación superior en beneficio de la sociedad hondureña; la formación de profesionales con alto nivel académico, cívico y ético; desarrollar e innovar y difundir la investigación científica, humanística y tecnológica; fomentar y difundir la identidad nacional, el arte, la ciencia y la cultura; la vinculación con las fuerzas productivas, laborales, empresariales; y contribuir a la transformación de la sociedad hondureña y al desarrollo sostenible de Honduras”.
El artículo 61 Establece que: “Para asegurar la reforma institucional integral de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); la organización de la nueva estructura universitaria; la instalación del nuevo gobierno universitario; la reforma académica, y en general, la pronta y correcta
aplicación de esta Ley, créase la Comisión de Transición Universitaria”; siendo la Universidad una institución esencialmente académica, todos los mandatos anteriores deben estar orientados por un Modelo de Universidad y un Modelo Educativo acordes con su naturaleza y misión institucional, premisa asumida por la Comisión de Transición y que motivó la convocatoria a los tres encuentros del seminario permanente ya mencionados, y a la creación del grupo técnico ad-hoc en éste campo.
Estos artículos y la Ley Orgánica en su conjunto orientan a colocar a la UNAH de cara a su responsabilidad de gestionar el conocimiento científico contemporáneo necesario, para que el país y su población avancen hacia mayores niveles de desarrollo humano sostenible, y plantean como necesidad urgente la revisión y puesta al día del Modelo Educativo dominante en la UNAH desde hace más de cinco décadas.
El Reglamento General de la Ley Orgánica
El artículo 2 de este Reglamento General establece objetivos y metas sobre “la finalidad del quehacer académico de la UNAH centrado en el desarrollo de la ciencia, la tecnología y las humanidades, formar profesionales, investigadores, profesores universitarios y técnicos útiles a la sociedad”, desarrolla 19 objetivos y metas que consolidaran cada una de las actividades y metas para convertirlos en programas, proyectos, actividades y procedimientos que al final concretaran la acción académica, administrativa del Modelo Educativo y del desarrollo curricular disciplinar. Asimismo este reglamento, conceptualiza y ratifica los principios rectores que deberán seguir todos (as) los actores universitarios que participan en el proceso académico de la UNAH.
La Ley de Educación Superior
El artículo 3 de dicha ley manifiesta que: “La educación superior tiene como fines la investigación científica, humanística y tecnológica; la difusión general de la cultura; el estudio de los problemas nacionales; la creación y transmisión de la ciencia y el fortalecimiento de la identidad nacional.
La educación superior, deberá promover la transformación de la sociedad hondureña.
Su misión se orientará hacia una formación integral de ciudadanos para el logro de una óptima calidad académica, conjugando el dominio del saber, el conocimiento de la realidad nacional, con el cultivo de las más puras cualidades éticas e incremento del sentido de responsabilidad frente a su misión profesional. Capacitará al educando para promover el desarrollo y fortalecer las condiciones de independencia nacional en el marco de los procesos de la integración regional y las relaciones internacionales”.
El articulo 4 plantea que: “la libertad de investigación, de aprendizaje, de cátedra y de organización; son principios de la educación superior y gozan de protección estatal”.
El artículo 5 menciona que: “La docencia, la investigación y la extensión son elementos esenciales y concurrentes en el proceso educativo del nivel superior.”
El artículo 6 estipula que: “La educación superior tiene como contenido característico el dominio de sus disciplinas, el incremento del saber y la conservación, creación y transformación de la ciencia, la filosofía, las artes, las técnicas y demás manifestaciones de la cultura y la capacidad de proyección en beneficios de la sociedad, en cuya transformación debe participar”.
Todos estos artículos demandan un Modelo Educativo pertinente con el desarrollo de las ciencias y de las instituciones de educación superior, y con las demandas sociales.
Normas Académicas del Nivel de Educación Superior.
En el capítulo II relativo a la Naturaleza y los Objetivos, el artículo 2 especifica que: “Las Normas Académicas de la Educación Superior constituyen el instrumento que regula el desarrollo de la actividad académica de este nivel de la educación nacional, bajo una concepción dinámica de los procesos formativos”.
El artículo 4 respecto a los Objetivos de estas Normas expresa que: “orientarán las actividades académicas del nivel de educación superior por medio de la integración funcional de la docencia, la investigación y la extensión”;
asimismo el inciso ch y d, explican “que normarán el proceso de evaluación del estudiante, del docente y de la actividad académica; determinarán y orientarán las actividades de desarrollo integral de la Educación Superior para el logro de los objetivos de formación profesional”.
El Capítulo IV hace referencia a las funciones básicas del nivel: la docencia, investigación y extensión, y conceptualiza cada uno de los elementos que se conjugan en el desarrollo curricular de las diferentes disciplinas, siendo estos los objetivos educacionales, las metodologías, técnicas y recursos de enseñanza, las formas de evaluación, la modalidad presencial y a distancia.
Siendo éstas Normas de aplicación obligatoria en la UNAH, es necesario asumir una concepción dinámica de los procesos formativos y de las funciones esenciales de la Universidad, orientadas por un Modelo Educativo acorde con la naturaleza y fines de la UNAH y de la educación superior.
3. MARCO CONCEPTUAL Y REFERENCIAL DE LA UNAH
Las Universidades en América Latina vienen enfrentando serios cuestionamientos que abarcan toda su estructura y quehacer, tales como: su tradicional división en facultades autosuficientes y cátedras autárquicas, enseñanza libresca, dogmática, memorizante, que no realiza investigación científica, que carece de bibliotecas y laboratorios adecuados, con profesorado de tiempo parcial, dueño de cátedras vitalicias, con alumnado que trabaja para estudiar, que no busca el saber, sino el título, su aislamiento del Sistema General de Educación, etc.1 Pero es evidente que muchas de estas universidades han emprendido esfuerzos determinados por el sustrato tecnológico, social, económico y político de las sociedades, para mejorar su estructura académica, la educación general, sus planes de estudio y métodos de enseñanza, su administración universitaria, la planificación, la oferta educativa, la accesibilidad, su calidad y pertinencia.
1 Tunnermann B. Carlos: La universidad Latinoamericana actual y su problemática. Universidad y sociedad. Segunda Edición, Managua HISPAMER.2001).
3.1 Desarrollo histórico de la UNAH
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) no escapa a esta situación, de la misma forma que no lo hizo en el pasado, enfrentado diversos cambios conectados con el acontecer internacional y nacional, consolidando su identidad institucional, su naturaleza de institución pública y su autonomía.
La UNAH es una institución de educación superior, nacional, pública y autónoma, con una historia de 160 años que hoy se asoma al nuevo siglo enfrentando retos ineludibles - planteados por la compleja situación que el país presenta en todos los ámbitos de la vida social- por ser, en cumplimiento del mandato constitucional, la institución rectora de la educación superior en el país.
Es así que haciendo un recorrido a través de sus 160 años, podremos apreciar las diferentes y marcadas etapas por las que la UNAH ha transitado.
La Universidad Central de Honduras
Corría el año de 1845 cuando el sacerdote José Trinidad Reyes funda La Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto en Tegucigalpa. Fue en 1847 durante el gobierno del Presidente
Juan Lindo cuando se elevó a la Academia Literaria de Tegucigalpa a Universidad Central de Honduras siempre bajo la rectoría y liderazgo del Padre Reyes, esta fue considerada la primera reforma universitaria. La orientación educativa se caracterizó entonces por un modelo educativo de predominio escolástico, es decir basado en el aprendizaje por repetición y evocación de lo memorizado siendo el maestro la figura central.
La Reforma Liberal y el Modelo Napoleónico.
La reforma liberal que vivió el país en la presidencia de Marco Aurelio Soto y el Ministro General Ramón Rosa, basada en la consolidación del Estado Nacional y las políticas de reforma, incluyeron cambios en la educación universitaria. La Universidad fue convertida en dependencia del Gobierno Central, dentro de la organización del Ministerio de Educación, tal como lo establecía el Código de Instrucción Pública de 1882. Estos cambios dieron lugar a la II Reforma que sufrió la Universidad. En cuanto al modelo educativo se pasa del modelo escolástico al napoleónico. Este modelo se caracterizó por su énfasis profesionalizante y el papel secundario que ocupa la investigación científica, y una estructura fragmentada
basada en escuelas profesionales, academias e institutos. Además, en este modelo la educación universitaria estaba subordinada a la demanda de profesionales que el Estado requiriera, particularmente las carreras liberales.
El modelo napoleónico con énfasis en la profesionalización favoreció a los estratos mas altos de la sociedad quienes al formarse pasaban a ocupar los cargos mas importantes de la administración estatal. Esta reforma se materializó con un modelo educativo orientado hacia la racionalidad positivista con supremacía de los procedimientos matemáticos y estadísticos, es decir, la ciencia y los conocimientos estaban dictados por las verdades objetivas, cuantificables y verificables. Esta postura filosófica pragmática condujo a la educación conductista que imperaba a mediados del siglo XX basada en un aprendizaje por adiestramiento y repetición.
La Universidad y la Reforma de Córdoba.
Esta reforma sucedió a comienzos del Siglo XX en Córdoba, Argentina (1918); se reconoce como la primera Reforma de la educación superior en América Latina, las razones se ajustaban al acontecer de la región: nuevas demandas de las capas medias urbanas, la industrialización por sustitución de importaciones, vigoroza urbanización que requirió la democratización y expansión de las universidades.
Este movimiento cuestionó algunos rasgos del modelo napoleónico, como el concepto de universidad elitista, propugnando por el acceso a la educación superior de los sectores de bajos y medios ingresos. También se legisló, entre otros, a favor de la autonomía y el cogobierno universitario, la gratuidad de la enseñanza y la extensión universitaria. Estos postulados reformistas contribuyeron a la expansión de cobertura y acceso a las universidades, dando lugar a un modelo monopólico educativo universitario, público, laico, gratuito, cogobernado y autónomo.
En el caso concreto de Honduras la Reforma de Córdoba influyo en algunos aspectos de la emisión de la Ley Orgánica de la Universidad emitida en 1957 por la Junta Militar de gobierno y que se identifica como la tercera reforma universitaria. Es aquí donde la Constitución de la República le otorgó a la Universidad la autonomía y le concedió el actual nombre de Universidad
Nacional Autónoma de Honduras, amparada y estimulada por el principio de Autonomía se posibilitó el crecimiento acelerado de la UNAH y se crearon ciertas condiciones para atender las demandas de la formación de profesionales para la sociedad hondureña durante la segunda mitad del siglo XX.
El modelo de Córdoba tuvo una larga e importante trayectoria en América Latina, sin embargo, varios aspectos medulares comienzan a ser cuestionados a partir de la década de los setenta, particularmente los temas del cogobierno estudiantil, la autonomía administrativa, y el libre ingreso a la universidad pública. Estos y otros temas gradualmente han sufrido reformas en las leyes orgánicas de las universidades públicas de América Latina.
LA UNAH hacia un nuevo modelo en el siglo XXI.
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras en este nuevo milenio debe enfrentarse a la necesidad y obligación de revisar ciertos principios de la Reforma de Córdoba para ponerse a tono con los cambios internos e internacionales en que se ve sumida la sociedad hondureña. Los grandes hechos que condicionan esta reforma son en primer lugar, las necesidades del pueblo hondureño sumido en un período de crisis económica y de valores; en segundo, lugar la revolución mundial del conocimiento y de la tecnología; en tercer lugar la burocratización y politización interna de la UNAH que la torna ineficiente, deteriora su calidad y le impide cumplir adecuadamente su misión constitucional y, por último la masificación de la población estudiantil y la escasez de los recursos.
En el año 2000 la comunidad universitaria y grupos organizados de la sociedad hondureña demandaron iniciar un proceso de reforma integral de la UNAH que condujera a la modernización de las estructuras administrativas y académicas, tomando como un eje central el mejoramiento gradual y permanente hacia una educación universitaria con calidad, pertinencia y equidad.
Con el propósito de hacer viable tal proceso, el 15 de Octubre del año 2000 se aprueban en el Consejo Universitario los Lineamientos Generales de la IV Reforma Universitaria cuyo objetivo consistió en generar cambios institucionales para promover que la actividad realizada por los miembros de la comunidad universitaria se tradujeran en resultados palpables y evaluables en la formación de profesionales que el país necesita. Los objetivos específicos planteados fueron lograr que la producción científica, tecnológica y cultural de la UNAH y sus universitarios ejercieran una función de liderazgo sobre todos los niveles educativos y sobre el proceso de transformación del país.
Las condiciones sociopolíticas en que se desenvolvía la universidad, que condujeron a una crisis política y administrativa al grado de haber perdido legitimidad ante la sociedad hondureña, no permitieron que se implementaran las propuestas de la reforma y esto solamente fué posible cuando se emite la nueva Ley Orgánica de la Universidad aprobada por el Congreso Nacional de la República en diciembre del 2004. Esta Ley dió vida a un período de transición. Se crea la Comisión de Transición, que entre otras funciones, asume la obligación de asegurar la reforma institucional integral, la organización de la nueva estructura universitaria, la instalación del nuevo gobierno universitario y en general la pronta aplicación de esta Ley.
Para orientar el proceso de reforma universitaria, la Comisión de Transición elaboró, presentó y gestionó el Plan General para la Reforma Integral de la UNAH que se convierte, después de la Ley Orgánica en uno de los documentos base de esta transformación; otro resultado importante producto del proceso de reforma fue la presentación del Plan Táctico Plurianual 2007-2009 que contiene los nueve programas prioritarios de la reforma y del documento base del Modelo Educativo de la Reforma, mismo que ha servido de sustento para esta ésta versión final del Modelo Educativo.
La UNAH esta consciente que además, de desarrollar la ciencia y la cultura, debe ser gestora del desarrollo a través de los ciudadanos que egresan de ella, y que en su seno convergen docentes, estudiantes, personal administrativo y de apoyo que deben ocupar el espacio y el tiempo en ella, como una oportunidad para una vivencia de socialización lo más plena posible, de tal manera que de esa interrelación, se genere producción de saber, expresión y confrontación de los mismos en un clima de libertad y de búsqueda, ya que sin este desplegarse y reflexionar, sin este confrontar el pensamiento, la Universidad no tiene sentido.
sábado, 9 de agosto de 2014
“ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA PEDAGOGÍA”
PRACTICAS EDUCATIVAS EN LA ANTIGÜEDAD Y PEDAGOGÍA TRADICIONAL
LA EDUCACIÓN EN GRECIA:
De recién nacidos los niños eran evaluados por una comisión gubernamental y los que tuviesen algún defecto físico o su talla o peso fuere muy inferior a los demás, eran arrojados desde un pico del Taigeto, a los demás los dejaban dormir al aire libre para garantizar que solo sobrevivieran los más fuertes. A los 7 años eran arrebatados a las familias y permanecían en el ejército hasta cumplir los 30, allí el niño aprendía a leer y escribir, y a excepción del canto, todas las demás actividades estaban vinculadas con la milicia. Al terminar su milicia, los reclutados podían volver a casa, en cuyo caso estaban obligados a buscar esposa y conformar un hogar. El celibato era castigado con la desnudez aún en invierno (“o se desnuda en casa o lo hace en público”). Siempre se debía permanecer presto a colaborar militarmente en el gobierno, manteniendo el carácter de reservista hasta cumplir los 70 años. La educación de un noble ateniense se desenvolvía entre el gimnasio y la música o en actividades protegidas por las musas, como la filosofía, la literatura y el arte. Se dice que en la Grecia de Aquiles solo uno de cada 100 atenienses sabía leer y escribir, pero que a partir de la ampliación del trabajo de los esclavos, la clase dirigente obtuvo mucho más tiempo libre para poder dedicarse a los diálogos o reposo distinguido. Fue entonces bajo esta clara separación entre el trabajo manual e intelectual cuando apareció la “Escuela Ateniense”, al empezar el siglo VI a.c., pues lo terratenientes y aristócratas griegos necesitaban crear instituciones que prepararan a sus hijos en la utilización del tiempo libre y en formación de un cuerpo robusto. El niño ateniense permanecía bajo el cuidado de su madre hasta los 6 años (el padre, a su vez, se dedicaba a discutir sobre política en la plaza y las cofradías o clubes de la época, en los que se aprovechaba el reposo distinguido). Si era varón, ingresaba a una escuela privada dirigida por un pedagogo que, en oposición a lo que hoy se cree, no era un maestro sino un esclavo o ex-esclavo que hacía las veces de acompañante e incluso recogía a sus alumnos personalmente. En la escuela aprendía a leer, escribir, cantar y a tocar la lira; aún así la mayor parte del día no la pasaba allí sino en la palestra y el gimnasio, aprendiendo a luchar, correr, nadar y lanzar el disco o la jabalina. Posiblemente la frase “mente sana en cuerpo sano” fue inventada por los padres para justificar a sus hijos el alto tiempo dedicado a estas actividades. Las mujeres no contaban con igual suerte, debían permanecer en casa cocinando y tejiendo lana hasta la edad de 16 años, edad en la cual un ciudadano que las doblaba en edad, negociaba la dote con su padre; a partir de allí seguirían haciendo y enseñando a su hijas a hacer lo mismo. El hijo varón, por su parte, continuaba en la palestra y el gimnasio, alternando estas actividades, si los recursos económicos lo permitían, con algunos estudios privados de oratoria, ciencias, filosofía e historia. Un reglamento de policía cuidaba la moderación y la decencia, un magistrado llamado sofronista vigilaba en las reuniones de los jóvenes el respeto a las conveniencias sociales, y el arconte-rey espiaba la menor infracción al orden, las leyes, la religión y la moral. Al cumplir los 18 años el individuo ingresaba a una nomadelfia en la cual era educado para la guerra y la administración pública, iniciando al mismo tiempo la prestación de su servicio militar, el cual terminaba al cumplir los 21 años. A partir de ese momento era un ciudadano que había jurado fidelidad a su Patria Atenas.
LA EDUCACIÓN ROMANA:
La educación romana se destacó frente a la educación griega a partir de la importancia que le asignó a la administración pública, la oratoria, el ejército y la familia. Como se sabe la familia romana fue mucho más unida y cerrada que la griega, convirtiéndose en una célula cuasi-militar bajo la dirección del padre. El poder del padre se vio claramente reflejado en la educación; no solo él impartía las primeras letras y las nociones de lo que hoy se llama cultura, sino que a su propio lado el niño romano aprendía a desarrollar su cuerpo y su oratoria. Mientras los niños griegos ejercitaban sus músculos en las palestras y los gimnasios, el niño romano lo hacía en su casa y con azadón en mano, incluso los hijos de los senadores acompañaban, desde los 7 o 8 años, a sus padres a largas sesiones en la Asamblea, en donde tenían que soportar desde esa tierna edad, las interesantes polémicas sobre finanzas del Estado, la Administración pública y la guerra. La conformación de una nueva clase vinculada a los negocios y que marchaba paralela con el desarrollo comercial, presionó por reformas a la educación, de manera que la escuela respondiera más a sus necesidades. La Escuela Primaria estaba a cargo de un “ludimagister” que era un antiguo esclavo, un viejo soldado o un pequeño propietario, que alquilaba un estrecho local llamado pergula y abría allí su botica de instrucción, en ella el maestro de primaria enseñaba a deletrear y memorizar leyendas. La Enseñanza Media estaba a cargo de un gramático que se desplazaba a los hogares llevando la instrucción enciclopédica que se requería en la vida política y comercial; al tiempo que la Enseñanza Superior era atendida
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por “retores”, quienes dedicaban la mayor parte del tiempo a pulir el gesto, la voz y el movimiento requerido en la oratoria senatorial. La ausencia de medios masivos de comunicación bien puede explicar el predominio que adquiría para la enseñanza en estos niveles el movimiento de la mano, la forma de secar el sudor, la manera de llevar la toga y la entonación de la voz. En estos pequeños detalles podría estar su capacidad para convencer a la población. En la fase de expansión del imperio, la educación cumple un papel fundamental y a la par con los ejércitos marchaban los retores, formando sus escuelas al pie de los campamentos.
LA ENSEÑANZA EN LA EDAD MEDIA:
El la edad media la iglesia no solo dominaba la economía y la vida social, sino también su pensamiento. Las prácticas educativas estuvieron bajo su dirección y control directo, desarrollándose la escuela alrededor de los conventos. La escuela “monástica” medioeval se dividió en tres grandes categorías: las monásticas propiamente dichas, las internas y las externas. A las monásticas asistían los siervos para escuchar las prédicas clericales en forma de catequización y buscando lograr un acercamiento de la iglesia con la población. Las internas eran reservadas para los clérigos en formación, mientras que las externas estaban destinadas a los hijos de los nobles. El ciclo primario se iniciaba con el aprendizaje de oraciones en latín, dando paso luego a la enseñanza de la escritura y la lectura en el mismo idioma, para culminarla con algunas nociones de aritmética y cantos religiosos. Las ayudas didácticas consistían principalmente en palos o varas para golpear a los muchachos; esta costumbre se generalizó al punto que la expresión medieval “vivir bajo la vara” significaba estar en la escuela. El ciclo de estudio secundario giraba en torno a las llamadas “siete artes liberales” que fueron: gramática, retórica, dialéctica, música, aritmética, geometría y astronomía. Mediante ellas el estudiante debería pulir su lenguaje, aprender a hablar de manera elegante, entonar cantos religiosos y conocer las nociones sobre los calendarios y las matemáticas. En el ciclo universitario se estudiaban estas mismas áreas en la facultad inferior, para posteriormente optar por la teología, la medicina o la jurisprudencia.
LA PEDAGOGÍA TRADICIONAL:
La Pedagogía Tradicional ha dominado la mayor parte de las prácticas educativas a lo largo de la historia humana y aún así solo ha recibido unas pocas líneas de sustentación. No ha contado con defensores teóricos, aunque se cuentan por millares sus defensores de hecho. Se impone, se establece y se produce casi sin darnos cuenta con el poder oculto de hacer ver como eterno lo que solo es temporal. Se puede afirmar que en la Escuela Tradicional, bajo el propósito de enseñar conocimientos y normas, el maestro cumple la función de TRANSMISOR; el maestro dicta la lección a un estudiante que recibirá las informaciones y las normas transmitidas. La férula y el castigo recuerdan a los estudiantes que, al mismo tiempo que la letra con sangre entra, enseña a respetar a los mayores. El aprendizaje es también un acto de autoridad. Para Alain el principal deseo del niño es el de dejar de serlo, lo cual le confiere un gran impulso a su actuación y un inagotable deseo de superarse; quiere actuar como adulto y aún así se complace con el juego y sigue siendo niño. En torno a esta contradicción se desarrolla el proceso educativo. El papel del maestro es favorecer su deseo colocando un foso entre el juego y el estudio. El niño mismo desea que lo saquen del mundo del juego porque quiere sentirse adulto, de allí que “él os agradecerá haberlo obligado, os despreciará por haberlo halagado o mimado”. Para conseguir dicho propósito, el maestro tiene que actuar de una manera severa y exigente ya que el niño y el hombre, para Alain, buscarían siempre lo difícil, solo aquello que les represente esfuerzos será de su atracción. Por ello, en la educación es conveniente y necesario tratar con severidad a los estudiantes, colocarles retos difíciles y exigirles el máximo que ellos pueden dar. Prometer a los niños el placer y la felicidad, por el contrario, es ir contra la naturaleza humana y contra la necesidad de superarse venciendo las dificultades. Alain no solo sustenta la rudeza en el trato del niño, sino que justifica la reiteración por parte del maestro y la copia sucesiva por parte del niño, “repetir y hacer repetir, corregir y hacer corregir”,El estudiante debe imitar y copiar durante todo el tiempo, aunque lo que él copie no lo entienda. La imitación es lo fundamental para Alain, por ello propone que desde los primeros años se permita el acercamiento del niño a los grandes modelos que han existido principalmente en la literatura y las artes. Escuchando la poesía y la música clásica, el niño irá aprendiendo a imitarla, y estas imitaciones sucesivas y reiteradas irán creando las condiciones para que él, algún día, pueda crear. En conclusión, según Alain, la Escuela Tradicional se sustenta en la rudeza del trato al estudiante, justifica la imitación y propone como única posibilidad de aprendizaje escolar la copia sucesiva de lo dicho por el profesor.
viernes, 8 de agosto de 2014
“CORRIENTES PEDAGÓGICAS”
LA ESCUELA TRADICIONAL Y LA PEDAGOGÍA TRADICIONAL.
La Pedagogía Tradicional ha dominado la mayor parte de las instituciones educativas a lo largo de la historia humana y aún así solo ha recibido unas pocas líneas de sustentación, no ha contado con defensores teóricos, aunque se cuentan por millares sus defensores de hecho; se impone, se establece y se produce casi sin darnos cuenta, con el poder oculto de hacer ver como eterno lo que solo es temporal. En la Escuela Tradicional, bajo el propósito de enseñar conocimientos y normas, el maestro cumple la función de transmisor, el maestro "dicta la lección" a un estudiante que recibirá las informaciones y las normas transmitidas, la férula y el castigo recordarán a los estudiantes que al mismo tiempo que la letra con sangre entra, enseña a respetar a los mayores; el aprendizaje es también un acto de autoridad. En el Paradigma Tradicional, el niño es una tábula rasa sobre la que se van imprimiendo desde el exterior saberes específicos; la función de la escuela consiste en dirigir esta transmisión de una manera sistemática y acumulativa. Todas las escuelas tradicionales aceptan de hecho la concepción anterior sobre el niño, el aprendizaje y la escuela.
Los postulados de la Pedagogía Tradicional son:
Propósitos: La escuela tiene como función transmitir los saberes específicos y las valoraciones aceptadas socialmen.
Contenidos curriculares: Están constituidos por las normas y las informaciones socialmente aceptadas.
Secuencias: El aprendizaje tiene carácter acumulativo, sucesivo y continuo, por ello el conocimiento debe secuenciarse instruccional o cronológicamente.
Métodos: La exposición oral y visual del maestro, hecha de una manera reiterada y severa, garantiza el aprendizaje. Recursos didácticos: Las ayudas educativas deben ser lo más parecidas a lo real para facilitar la percepción, de manera que su presentación reiterada conduzca a la formación de imágenes mentales que garanticen el aprendizaje.
Evaluación: La finalidad de la evaluación será la de determinar hasta qué punto han quedado impresos los conocimientos transmitidos.
En conclusión, “la escuela tradicional abandonó el pensamiento, concentrando sus esfuerzos en los aprendizajes mecánicos obtenidos mediante la reiteración de la exposición y la práctica”.
LA PEDAGOGÍA ACTIVA (MODELO DE LA ESCUELA NUEVA)
LA NUEVA ESCUELA Y EL MODELO ACTIVISTA:
La ESCUELA NUEVA defiende la acción como condición y garantía del aprendizaje; en ella manipular es aprender, ya que la acción directa sobre los objetos es la que permite el conocimiento de los mismos, lo cual genera en la escuela una verdadera revolución que se expresa en la búsqueda de unos propósitos distintos y que inciden en variaciones significativas en los contenidos, en la manera como éstos se secuencian, en las metodologías, en los recursos didácticos y en los criterios de evaluación. La Pedagogía Activista explica el aprendizaje de una manera diferente a la Pedagogía Tradicional, en ella “se aprende haciendo” El conocimiento es efectivo en la medida en que repose el testimonio de la experiencia, de ahí que la escuela debe crear las condiciones para facilitar la manipulación y experimentación por parte de los alumnos. El niño es el elemento fundamental de los procesos educativos y tanto los programas como los métodos tienen que partir de sus necesidades e intereses.
Los postulados de la Escuela Nueva y la Pedagogía Activista se resumen en:
Propósitos: El fin de la escuela no puede estar limitado al aprendizaje, la escuela debe preparar para la vida.
Contenidos: Si la escuela debe preparar para la vida, la naturaleza y la vida misma deben ser estudiadas.
Secuenciación: Los contenidos educativos deben organizarse desde lo simple y concreto hasta lo complejo y abstrac Metodologías: Al considerar al niño como artesano de su propio conocimiento, el activismo da primacía al sujeto y a su experimentación.
Recursos Didácticos: Los recursos didácticos serán entendidos como útiles de la infancia que al permitir la manipulación y experimentación, contribuirán a educar los sentidos, garantizando el aprendizaje y el desarrollo de las capacidades individuales.
Evaluación: La evaluación es continua y permanente a través del hacer y del actuar.
Con el advenimiento de la Escuela Nueva el alumno se convierte en el centro y eje sobre el cual gira el proceso educativo. Con el Modelo Activista el niño por primera vez aparece en la escuela como un ser con derechos, con capacidades e intereses propios, los cuales serán tenidos en cuenta y desarrollados por el proceso educativo, es decir,
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existe“humanización de la enseñanza”; el maestro por su parte pierde la connotación de ser omnipotente que lo sabe y lo regula todo, la escuela se torna en un espacio más agradable para el niño, en la cual el juego y la palabra sustituyen la disciplina y la sangre. El niño opina, pregunta y participa, se rescata el aire libre y en la mayoría de los casos las actividades grupales.
A pesar de los aportes señalados, el activismo carece de una concepción científica del aprendizaje, sin la cual no es posible hablar de una Teoría Pedagógica. Desde el punto de vista del aprendizaje, el activismo termina sin distinguir los infantes de los preadolescentes o los adolescentes, pues carece de una visión genética y evaluativa del desarrollo; su defensa de la manipulación y la acción no tiene edades, ni períodos y por eso la generaliza indiscriminadamente.
LOS MODELOS PEDAGÓGICOS CONTEMPORÁNEOS.
La Escuela Tradicional cumplió un importante papel en la historia, si consideramos como objetivos alcanzados el de garantizar que la mayor parte de sus alumnos tuvieran manejo ágil de las operaciones aritméticas básicas, lograr un nivel aceptable de dominio en la lectura fonética y una escritura clara, con buena letra y con pocas faltas ortográficas en un porcentaje significativo de sus estudiantes; pero la sociedad ha cambiado y la escuela actual no responde a sus expectativas. El siglo XXI exige nuevos y profundos cambios en un sistema educativo. A partir de la caracterización de las más importantes megatendencias del tercer milenio, Reich (1993) propone los que deberían convertirse en los principales lineamientos para la escuela del futuro, señala entre ellos “el favorecimiento de las operaciones de análisis, la formación de un pensamiento sistemático global, el desarrollo de la habilidad para trabajar cooperativamente con los compañeros y la exigencia de formar individuos más creativos”. Durante el Siglo XX se produjeron importantes avances en comprensión de las variables, las características y la naturaleza del aprendizaje, entre ellos son significativos los aportes dados por Piaget, Vigotsky, Ausubel y Bruner.
La reflexión e investigación adelantadas por las teorías cognitivas han permitido avanzar de manera significativa en, por lo menos, tres grandes líneas:
En la identificación de la naturaleza y las características del aprendizaje, resolviendo interrogantes vinculados con los mecanismos del aprendizaje y el olvido, el papel de la comprensión en este proceso y la posibilidad que tienen de ser transferidos los conocimientos adquiridos en un área particular del conocimiento.
En las bases neuropsicológicas de los procesos de aprendizaje, investigaciones que han girado en torno a la identificación de las áreas activas de la corteza cerebral, la localización de estas y la ruta cortical seguida para que sean aprehendidos los instrumentos del conocimiento y queden registrados estos aprehendizajes, así como los que se realicen en el desarrollo de las operaciones intelectuales y las habilidades y destrezas procedimentales
En las variables del aprendizaje, en especial la incidencia de la práctica, la capacidad, la motivación y la resonancia familiar.
A. PROPUESTAS PEDAGOGICAS DERIVADAS DE LA TEORIA DE PIAGET (CORRIENTES CONSTRUCTIVISTAS)
Piaget no formuló propiamente una teoría del aprendizaje, sus esfuerzos estuvieron centrados en desentrañar el carácter y la naturaleza de la formulación de las estructuras con las cuales interpretamos al mundo; logró demostrar que, nuestra relación con el mundo está mediatizada por las representaciones mentales que de él tengamos, que éstas están organizadas en forma de estructuras jerarquizadas y que varían significativamente en el proceso evolutivo del individuo. En el grupo de sicólogos cognitivos, Piaget es quien asume la postura más pasiva frente a la escuela, puesto que considera que el desarrollo es independiente de los procesos de aprendizaje.
La Teoría de Piaget, basada en la tendencia al equilibrio, tiene por objeto explicar cómo conocemos el mundo y cómo cambia nuestro conocimiento de él. Para explicarlo acude a dos conceptos centrales: la asimilación y la acomodación. La asimilación es el proceso mediante el cual se incorporan informaciones provenientes del mundo exterior a los esquemas o estructuras cognitivas previamente construidas por el individuo. La acomodación es un proceso mediante el cual se modifican los esquemas teniendo en cuenta la información asimilada, de esta manera se garantiza que la asimilación conduzca a una presentación acorde con lo real y no a una fantasía.
Las Teorías Pedagógicas derivadas de Piaget pretenden generar metodologías constructivas, sin haber formulado previamente unos propósitos, unos contenidos y unas secuencias diferentes a las formuladas por la escuela tradicional o el activismo. A este error llegan Piaget y sus seguidores en educación por privilegiar la reflexión sobre el método y no sobre los contenidos como debería hacerse en una teoría pedagógica contemporánea (Ocampo, 1994). Las aplicaciones Piagetianas en el aula de clase se nutren del enfoque constructivo que le asigna a la acción un lugar de primer orden en la formación del pensamiento. Más que construcción individual, lo que denota el aprendizaje es un notorio proceso de
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reconstrucción social en el cual los maestros y los padres cumplen un activo papel mediador, subvalorado por los seguidores de Piaget, quienes prefieren privilegiar al individuo aislado.
A estas teorías pedagógicas se les puede criticar:
Que es absurdo suponer que se pueda organizar la estructura curricular a partir de las motivaciones esporádicas y circunstanciales de los alumnos, pues el pretender partir de los intereses de los niños a pesar de lo atractivo y popular que pueda parecer su formulación, no deja de ser una idea romántica si lo que queremos es desarrollar en los individuos todas sus potencialidades y permitirles el acceso a los conocimientos de la ciencia y el arte contemporáneo.
Que bajo el principio de que al niño no se le pueden entregar de una manera organizada los contenidos, supuestamente porque éste los debe construir en el salón de clase, estos enfoques terminan por privilegiar de manera ingenua el aprendizaje por descubrimiento y favorecer el espontaneismo y el pensamiento silvestre en los niños.
Que Piaget subordina el aprendizaje al desarrollo, lo cual indica que se queda a medio camino entre la escuela tradicional, que enseña sin tener en cuenta las condiciones del niño, y la escuela del futuro en la cual los pedagogos por venir tendrán que asumir una importante responsabilidad para jalonar el desarrollo de los individuos y no solamente para respetarlo.
PARADIGMA CONSTRUCTIVISTA:
Un Paradigma es algo así como un conjunto básico de creencias, un conjunto de supuestos para guiar nuestras actividades; diariamente actuamos de acuerdo con nuestros paradigmas. Los paradigmas como sistemas básicos de creencias no pueden ser probados o refutados, pero representan las posiciones más fundamentales que estamos dispuestos a adoptar. Así, el paradigma constructivista provee el más adecuado modelo para la investigación.
CREENCIAS CONSTRUCTIVISTAS:
Este enfoque propone una ontología relativista que afirma la existencia de múltiples realidades socialmente construidas, no gobernadas por las leyes naturales, causales o de cualquier otra índole; la VERDAD es definida en función de la persona mejor informada (cantidad y calidad de la información); de una manera más sofisticada, la verdad tiene que ver con el poder de comprender y utilizar la información, con aquella construcción sobre la cual hay consenso. Se postula una epistemología subjetivista, que afirma que un investigador y lo investigado están vinculados de manera tal que los hallazgos de una investigación son una creación del proceso de la investigación. Se propone una metodología hermenéutica que involucra una dialéctica de la crítica, el análisis y la reiteración, la cual conduce a la emergencia de un aspecto construido de un caso (fruto de la relación de los investigadores con los investigados). Para los constructivistas, los fenómenos son definidos en función de la clase y la cantidad de conocimiento previo, así como del nivel de sofisticación que el constructor traiga para emprender la tarea. En el paradigma constructivista la VERDAD se define como la construcción más informada y sofisticada sobre la cual hay consenso entre los individuos más competentes para formar tal construcción.
MODELO CONSTRUCTIVISTA DEL APRENDIZAJE:
Un niño aprende algo más que simplemente responder, ante el montaje de experiencias; si no fuera así su habilidad, por ejemplo lingüística, permanecería equivalente a la de un loro bien entrenado que puede producir sonidos entendidos como palabras, que para él y su entrenador haber llegado tan lejos es un logro meritorio; pero para un niño constituye apenas el punto de arranque en el desarrollo de la autorregulación, de la toma de conciencia y del control conceptual. Los educadores matemáticos saben mejor que los demás, que el proporcionar respuestas correctas a preguntas dentro del rango de la tabla de multiplicar es sin duda una realización útil, pero en sí misma no es una demostración de conocimiento matemático. Es necesaria entonces la REFLEXIÓN, entendida ésta como la capacidad de la mente para observar sus propias operaciones; luego, el CONOCIMIENTO OPERATORIO no es la recuperación asociativa de una respuesta particular, sino más bien el conocimiento de qué hacer, con el fin de producir una respuesta. El conocimiento operatorio es constructivo y en consecuencia se demuestra mejor en aquellas situaciones donde se genera algo nuevo, algo que no estaba aún disponible al operador. También es necesaria la INTERPRETACION, que requiere de la toma de conciencia y escogencia deliberada, pues si un organismo, por ejemplo, no hace más que reaccionar y actuar sería incorrecto decir que el organismo está interpretando; la interpretación entonces, implica toma de conciencia sobre más de una posibilidad, deliberación y escogencia controladas racionalmente. Luego, una habilidad estudiantil para llevar a cabo ciertas actividades, no es más que una parte de lo que se puede llamar COMPETENCIA, la otra parte es la habilidad para monitorear las actividades; hacer lo correcto no es suficiente, para SER COMPETENTE uno debe también conocer lo que está haciendo y el por qué es correcto.
Una gran parte de la investigación educativa, ha estado empleando un procedimiento que consiste en establecer pruebas, registrar soluciones y analizar estas soluciones como si ellas resultaran del esfuerzo chapucero de los niños por llevar a
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cabo operaciones que constituyen competencias de los adultos; en lugar de eso, el “experimento didáctico”, desarrollado por Steffe, comienza por la premisa de que el niño no puede concebir la tarea, la forma de solucionarla y la misma solución, en términos distintos a los disponibles en ese momento de su desarrollo conceptual; entonces el niño debe interpretar la tarea y tratar de construir una solución utilizando el material que ya tiene; este material no puede ser otro que los BLOQUES CONCEPTUALES DE CONSTRUCCION y las operaciones que cada niño, en particular, ha ensamblado en su propia experiencia anterior. Jamás debemos olvidar que los niños no son depósitos para el conocimiento de los adultos, como organismos, al igual que todos nosotros, están constantemente tratando de darle sentido, para entender sus propias experiencias.
De otro lado, desde el punto de vista constructivista, no tiene sentido suponer que cualquier satisfacción cognitiva poderosa se origina, simplemente porque nos dicen que hemos hecho algo correctamente, como si lo correcto se evaluara por alguien más; para que se convierta en una fuente de real satisfacción, lo correcto debe ser visto como aquello que encaja como un orden que no se ha establecido por sí mismo. Se espera que los niños y estudiantes de cualquier edad, lleguen a ver el problema, su solución y la necesidad de vincular estos dos aspectos; pero sucede que la necesidad es conceptual y no puede originarse sino de la toma de conciencia de las estructuras y de las operaciones involucradas en la conceptualización del sujeto pensante sobre el problema y su solución.
Los educadores comparten el propósito de generar conocimiento en sus estudiantes, sin embargo, el conocimiento no es una mercancía o artículo que se pueda transferir y la comunicación no es un proceso de traslación. Vemos los conocimientos y las competencias a desarrollarse en los estudiantes, como productos de la organización conceptual del individuo con respecto a sus propias experiencias; por lo tanto el desempeño docente no debería seguir siendo el de “distribuir verdades”, sino más bien el de ayudar y guiar al estudiante en la organización conceptual de ciertas áreas de experiencias.
Para obtener esto, se requiere del maestro dos clases de competencias: una idea adecuada de dónde esta mentalmente el estudiante y de la meta a lograr por él. Lo que el estudiante dice y hace puede ser interpretado en función de un modelo hipotético. Los buenos docentes siempre han encontrado, consciente o inconscientemente, métodos y medios para ayudar y guiar a sus alumnos, pues se han dado cuenta que aún cuando uno puede señalar los caminos con símbolos y con palabras, son los estudiantes quienes tienen que hacer las conceptualizaciones y las operaciones correspondientes. Si la meta de la orientación del docente es la de generar comprensión, más que la de adiestrar en ejecuciones específicas, su labor se verá profundamente facilitada si esa meta puede ser representada por un modelo explícito de los conceptos y las operaciones que constituyen la fuente operativa de las competencias.
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