LA PERSPECTIVA PEDAGÓGICA DEL MODELO EDUCATIVO DE LA UNAH
El Plan General para la Reforma Integral de la UNAH, elaborado y aprobado por la Comisión de Transición en cumplimiento de lo establecido en el Artículo 66 numeral 3) de la Ley Orgánica de la UNAH, refleja los ideales políticos que simbolizan los intereses de Honduras como nación; entre esos ideales está el llamado de la sociedad hondureña a la innovación, la creatividad y la respuesta a la demanda de cambio de la UNAH, así como la urgente necesidad de transformación hacia la modernización y democratización de la Universidad; el modelo de Universidad y el Modelo Educativo de la reforma universitaria recogen esos ideales y aspiraciones por una mejor universidad al servicio de la sociedad hondureña y su relación con la sociedad internacional.
Teniendo como referente el Modelo Educativo en mención se presenta en seguida la Perspectiva Pedagógica de una propuesta innovadora, que será el fundamento para la construcción de los diseños curriculares a los que aspira la UNAH, dándole sentido a los procesos formadores y de gestión del conocimiento impulsados desde la misma.
¿Por qué hablar de una Perspectiva Pedagógica innovadora? Porque se inspira en la Teoría de la Innovación, propia del campo educativo, esta puede apreciarse como un proceso creativo, por el cual algo que existe aunque no se conozca, pasa a ser parte del estado cognitivo de una persona, también puede verse como una idea, una práctica o un objeto material que ha sido inventado o contemplado como algo nuevo, independientemente de que se adopte o no.
Es la percepción de lo novedoso lo que determinará la reacción de los individuos a los nuevos conceptos e ideas, nuevas herramientas, nueva tecnología, nuevas habilidades, nuevas formas de hacer las cosas, nuevas formas de actuar o de vivir. La UNAH propone una nueva perspectiva pedagógica de su quehacer académico pretendiendo que estas ideas sean asimiladas por todos los actores universitarios y que impulsen los procesos de cambio que lleven a nuestra Alma Mater a lograr su visión al año 2015 y al año 2025.
4 Zaltman, Duncan y Holbeck 1973. Citados por J. Félix A. Universidad de Málaga
Se busca impulsar los procesos de cambio, porque es fundamental que el “status quo” sea modificado, se requiere de cambios en el funcionamiento de ese complejo subsistema social constituido por la UNAH; un cambio siempre lleva a la transformación, tanto en las personas como individuos, así como en el ambiente, grupo, institución, aula u otro contexto en el que se da la innovación, la cual no se produce en un vacío de significados, sino que se desarrollan en “culturas escolares concretas”5 como el espacio universitario, donde se deben construir nuevos significados contextuales y también de los sujetos, a partir de conversatorios u otras estrategias que permitan identificar esos significados; no se pueden imponer nuevas ideas y creencias, porque entonces puede degenerar en una “innovación sin cambio” o “una innovación sin identidad”
Todo cambio educativo es multidimensional, y se hace evidente en las nuevas teorías pedagógicas, los nuevos enfoques didácticos y los nuevos materiales; también en la estructura o nuevas vías de organizar las unidades académicas (tiempos, espacios, roles…), en el planteamiento de nuevos contenidos de aprendizaje y su articulación con los diferentes elementos del currículo, así como en las nuevas formas de evaluar las experiencias de enseñanza- aprendizaje, las innovaciones y el impacto que se va logrando.
La Perspectiva Pedagógica del Modelo Educativo de la UNAH se construyó tomando como base la Teoría constructivista, la Teoría crítica y la Teoría humanista.
Es constructivista porque está fundamentada en teorías cognitivas del aprendizaje, principalmente enfocadas a la resolución de problemas de la realidad, y que partiendo del nivel de desarrollo de los estudiantes, pretende asegurar la construcción de aprendizajes científicos, colaborativos, significativos y desarrolladores; posibilitando que los estudiantes realicen estos aprendizajes por sí mismos, que modifiquen sus esquemas de conocimiento, establezcan ricas relaciones entre el nuevo conocimiento y sus esquemas de conocimiento ya existentes. Fullan y Hargreaves 1992)* citados por J. Félix A. Universidad de Málaga
Rudduck,1986
Da principal importancia a los procesos cognoscitivos que hacen posible el aprendizaje por parte de los estudiantes; el profesor orienta su esfuerzo en la promoción y desarrollo de procesos intelectuales en sus alumnos para hacerlos pensar, reflexionar, investigar, estudiar y comprender. De allí que con esta teoría se considera la discusión sobre los saberes y la necesidad de generar didácticas particulares que faciliten la enseñanza y el aprendizaje de las diversas disciplinas científicas. Los teóricos constructivistas sostienen que el ser humano en comunidad construye sus saberes o sus estructuras conceptuales y metodológicas en relación con su cultura, como elementos básicos para regular sus relaciones consigo mismo, con la sociedad y con la naturaleza.
Es crítico - reflexiva
porque implica un compromiso directo y explícito de los sujetos por transformar las actuales relaciones sociales. La teoría crítica reflexiva permite aprehender la relación dialéctica inherente e interdependiente de un pensamiento político - filosófico capaz de generar conciencia social, transformadora y emancipadora en el contexto de la racionalidad, la justicia, la democracia y la libertad. Aplica la investigación-acción, los puntos guía para el estudio y la acción son los valores, creencias e intereses humanos
La teoría crítica aplicada en el campo educativo, privilegia el análisis de las relaciones entre los sujetos del proceso educativo, (docente-estudiante, estudiante-estudiante), busca coherencia entre la sociedad y el quehacer educativo cotidiano, hace énfasis en utilizar el conocimiento para transformar el entorno personal, familiar y comunitario; se centra en la persona atendiendo sus necesidades e intereses e incorporando una cultura de valores y principios; los profesores y alumnos participan en desarrollar el aprender a aprender, en seleccionar y priorizar los contenidos, en definir las habilidades, destrezas y valores necesarios para la permanencia y continuidad del aprendizaje a través del tiempo y del espacio; es flexible porque permite el ajuste permanente frente a los cambios contextuales; es viable porque toma en cuenta fortalezas y debilidades, y es abierto a las diferentes posiciones ideológicas.
Es humanista
porque propone que el proceso educativo se centre en las personas y toma en cuenta la conciencia, la ética, la individualidad, la ciudadanía y los valores espirituales; tiene una visión del hombre como un ser creativo, libre y consciente proponiendo que el sentido de nuestra vida sea la búsqueda de la autorrealización, y esta meta significa que el hondureño debe asumir el compromiso de construir su propio modo de vivir, no importando los obstáculos a los que deba enfrentarse, siempre que conserve su libertad de elección.
En esta perspectiva el modelo educativo de la reforma universitaria orienta al desarrollo integral del profesional egresado de la UNAH, buscando el logro de las siguientes competencias:
1. Capacidad de aprender de manera permanente y autónoma.
2. Capacidad de análisis y síntesis
3. Capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica y de generar conocimiento a partir de reflexionar sobre la práctica.
4. Capacidad para adaptarse a nuevas situaciones.
5. Trabajo con ética, calidad y pertinencia.
6. Habilidad de gestión del conocimiento, la información y las tecnologías para contribuir a la solución de problemas y atención de necesidades de diferentes niveles de complejidad.
7. Trabajo en colectivo
8. Capacidad para organizar y planificar
9. Resolución de problemas complejos y manejo de conflictos.
6. El PROYECTO CURRICULAR Y SUS CARACTERÍSTICAS
6.1 Conceptualización
El currículo
se basa en la perspectiva pedagógica, en las expectativas y visión de país; en los contenidos científicos y técnicos que se recogen, se dosifican, ordenan y clasifican para hacerlos accesibles a los estudiantes y convertirlos en elementos de aprendizaje e internalización.
Para conceptualizar el término currículo se revisaron múltiples conceptos y la evolución que este término ha presentado a lo largo de la historia; coincidimos con lo planteado por G. Grajeda, al definir currículo como un “conjunto de experiencias de aprendizajes sistemáticos y lógicamente planificados, que responden a necesidades educativas específicas, enmarcadas en un modelo educativo centrado en procesos, para el logro de un perfil profesional dado en base a las necesidades educativas, la problemática y demandas sociales”
Se ha definido de manera participativa en el proceso de reforma universitaria, que el currículo está formado por la filosofía educativa y por una postura crítica sobre el desarrollo nacional; por los planes de estudio, los programas de asignatura y actividades; la metodología, los recursos educativos empleados y el ambiente académico; y que además integran el currículo los docentes debidamente formados y comprometidos con los fines institucionales, el sistema de valoración del auto-desarrollo y del aprendizaje de los/las educandos/as y, de la gestión curricular.
El currículo tiene características que le dan su esencia, entre ellas están las siguientes: apertura, flexibilidad, construcción participativa, adecuado a la situación particular, atiende a los intereses y especificidades de los sujetos del proceso educativo; y tiene un referente axiológico que orienta la selección de contenidos, mantiene la coherencia entre éstos y los valores a vivenciarse en el colectivo educativo.
La característica de apertura se refiere a permitir la incorporación de nuevos temas de reflexión, nuevos problemas, nuevos contenidos, nuevos enfoques, nuevas tendencias; la flexibilidad se refiere tanto a su estructura como a su organización; es participativo porque parte de una propuesta inicial que es desarrollada y enriquecida con los aportes de otros actores relacionados directamente con el proceso formativo (estudiantes, otros docentes) o indirectamente vinculados a lo laboral, a la regulación de la práctica profesional, a la utilización de los servicios ofrecidos; la adaptabilidad referida a atender las necesidades y los intereses de los sujetos del proceso así como de la sociedad.
EI currículo es expresión de un proyecto humano, en la medida que posibilita a los sujetos educativos abrirse al encuentro de nuevos horizontes donde puedan reafirmarse como personas y a la vez participar en la formación de un sentir propio de un grupo social, en coherencia con los postulados del
Grajeda Geraldina, El ciclo docente y la Mediación Pedagógica, 1995 proyecto histórico cultural del país, que se apoya fundamentalmente en los criterios de la democracia participativa, en la búsqueda de un desarrollo humano sostenible y en la responsabilidad solidaria, con la convicción de que el aprendizaje se redimensiona cuando se comparten experiencias y se construye saber en colectivo; es convertir la educación en posibilidad real de vida y desarrollo, y en ese sentido, se considera que el currículo contribuye al desarrollo humano cuando:
Describe la concreción de funciones sociales y culturales de la educación rescatando las experiencias y el talento humano, convirtiéndolos en competencias que le permiten al individuo ser gestor, mejorando la calidad de su propia vida y contribuyendo al desarrollo social. EI Currículo así concebido le otorga un valor supremo a la vida y en este sentido reconoce y promueve la dignidad humana fortaleciendo los ideales de trascendencia personal y de realización social. EI currículo se propone que el ser humano ejerza en plenitud la libertad de ser, crecer y hacer, sin otra limitación que la impuesta por el bien común.
Es construido y vivido en la misma dirección de la cultura, de la diversidad de las expresiones y necesidades de los colectivos humanos, cuando contribuye a eliminar el marginamiento al que son sometidas las personas discapacitadas, los grupos indígenas y otros grupos sociales; porque desde la pertinencia, la flexibilidad y la apertura permite una mayor equidad en el acceso a la educación para que los colectivos humanos tracen rumbos, dejen huellas, se conviertan en seres creativos y configuren la diversidad de cultura.
6.2 Ejes Curriculares Integradores
Un eje es una línea recta que atravesando un cuerpo giratorio, le sirve de sostén en el movimiento, es articulador y en esa medida imprescindible; también es una línea imaginaria alrededor de la cual se mueve un cuerpo, es el fundamento de un modelo, de un escrito.
Quesada Solano y otros, en su libro el Diseño Curricular en los planes de estudios (2001), plantean que los “ejes curriculares, son actividades formativas provenientes de las demandas del contexto, que se entrecruzan con las áreas disciplinarias”, es así que el currículo se sostiene y articula en torno a ejes fundamentales, que cruzan todo el proceso educativo y se van ajustando a los niveles de desarrollo y maduración del educando.
Las líneas atraviesan transversalmente todo el currículo, siendo la transversalidad un elemento inherente al mismo puesto que todas sus partes o aspectos que son afectados por ella, en consecuencia, todos los estamentos de la comunidad educativa deben ser agentes activos en el proceso de incorporación de las líneas transversales partiendo del trabajo de las/los docentes de los cuales se requiere que promuevan procesos de monitoreo y evaluación del desarrollo curricular, cuyos resultados deben comunicarse para contribuir a los procesos innovadores curriculares.
Los ejes curriculares constituyen los lineamientos que determinan la intencionalidad y direccionalidad del proceso educativo, en este sentido, todos los aspectos que conforman el currículo deben responder a estos lineamientos, por consiguiente los ejes curriculares no deben verse como enfoques aislados, desconectados unos de otros sino interconectados entre sí a través de procesos reflexivos y prácticos que permitan una visión más integral de la realidad social de la que la misma universidad forma parte; la realidad debe ser el punto de partida de la reflexión que permita a los actores involucrados una mayor sensibilidad hacia los problemas sociales tomando contacto con ellos en la propia realidad, haciéndolo progresivamente a lo largo de su proceso formativo.
Las líneas transversales o ejes deben contemplar aspectos socioculturales relevantes que engarzados con los ejes educativos propios de cada disciplina busquen generar una formación integradora que permita a las/los estudiantes crecer en todos los aspectos relativos a su emancipación personal y social, a ser personas críticas, independientes, solidarias, abiertas al descubrimiento y al desarrollo de otros aspectos que contribuyan a convertirlos en seres humanos conscientes de sí mismos y conscientes de la situación social de su país y de sus comunidades, para que, desde esa posición de conciencia alerta, solidaria, crítica y responsable, comiencen a asumir retos de su propia vida, de su participación y de sus acciones sobre el entorno, enlazándolo todo con sus propias necesidades, creencias, sentimientos y pensamientos.
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